Siguiendo nuestro recorrido por la mítica ruta 66 y luego de haber pasado por St. Louis (Missouri), decidimos que nuestra próxima aventura sería en la archiconocida ciudad de Springfield.
Mucha gente nos sugirió hacer el tramo al atardecer para poder disfrutar de los carteles de neón y los colores furiosos de la puesta del sol, pero ansiosos como somos, cargamos nuestro equipaje al auto y retomamos la ruta ancestral norteamericana ni bien terminamos de desayunar.
Ya les hemos contado varias cosas sobre la Ruta 66 porque hemos estado recorriendo desde hace varios días. Pero si has decidido hacer lo mismo que nosotros, alquilar un vehículo y explorar los pueblos ubicados a su paso, te comentamos que el trazado de la U.S. 66 en el Estado de Misuri fue modificado y actualmente existe una moderna vía rápida para evitar atascos.
En las cercanías de Springfield, la Ruta 66 original se extiende como una carretera colectora que serpentea abrazando la interestatal 44 en algunos tramos. Si te perdieras (cosa prácticamente imposible porque si de algo puede hacer alarde esta legendaria ruta es de su excelente señalización) sería una oportunidad espectacular que te traerá más beneficios que disgustos, ya que los pueblos alejados de la interestatal son de los más pintorescos, épicos y bonitos.
Jean Jacques Rousseau decía: “Hay mucha diferencia entre viajar para ver países y viajar para ver pueblos”. Un dato que no es menos importante es que la ruta “atraviesa” literalmente los pueblos que recorre y por ende, cada vez que ingreses a un pueblo por la Ruta 66 antigua, estarás recorriendo la arteria principal del pueblo.
Springfield es la ciudad más grande del Estado de Misuri pero tiene el aire pueblerino impregnado, lo cual te impedirá notar que se trata de una enorme ciudad a simple vista. La velocidad máxima es de 32 km/h así que todo es slow. La gente es tranquila y la arquitectura es preferentemente baja. Springfield podría ser una ciudad pretenciosa porque posee decenas de sitios emblemáticos históricos y culturales, es la ciudad donde se considera que nació la Ruta 66 y además posee una amplia gama de posibilidades de aventura y deportes al aire libre. Sin embargo Springfield, es portadora de un perfil bajo y mucha sencillez, lo cual para muchos, esta virtud la torna mucho más atractiva. La calidez y diversidad de sus habitantes, la buena atención y consideración con sus visitantes y los precios razonables son un plus que hacen que una visita a Springfield sea memorable.
Si tienes la posibilidad de quedarte un par de días, no serán días perdidos pues la oferta de visitas y actividades en la ciudad es muy amplia: senderos para recorrer si los días son lindos, degustaciones en sus bodegas y cervecerías, una vida nocturna completa compuesta por una amplia variedad de propuestas teatrales, museos, espectáculos al aire libre, atracciones y cientos de lugares gratuitos para visitar. Estamos seguros que una vez que estés en Springfield, serás otro más en el mundo que piense “no tenía idea que existía un lugar así”, en eso te garantizamos que no serás el primero ni el último.