
La ventaja de visitar ciudades pequeñas es que son más fáciles de recorrer y los tesoros ocultos son más fáciles de encontrar. Columbus es una hermosa ciudad, de las que podrían catalogarse como “lugares con encanto”.
Lo más valioso de Columbus es su historia y gran parte de ella puede ser descubierta a través de visitas a mansiones y casas que poseen muchas pistas y recuerdos. La ciudad posee 676 sitios históricos y 26 registros nacionales que son cajas de sorpresas para cualquier visitante. No decimos que tienes que conocer todas estas casas y mansiones, pero al menos un par, deberías tener en cuenta. Casi todas rondan los doscientos años de antigüedad (aunque están muy bien mantenidas y aparentan ser más jóvenes) y cada una encierra sus propios mitos y leyendas. En Columbus hay más de 1500 plazas para ocupar y más de 125 restaurantes para elegir cuentan con buena preparación para recibir visitantes, no cabe duda de que disfrutarás de un viaje lleno de comodidades y placeres.
Columbus es la primera ciudad que instaló una universidad para mujeres. Se trata de la actual Mississippi University for Women, también posee la Base aérea Columbus, una de las más poderosas bases aéreas de la nación. En Columbus existen al menos 60 sitios recreacionales al aire libre, repartidos en complejos para acampar, parques, campos de golf y sitios de deportes en contacto con la naturaleza como el Tennessee Tombigbee Waterway.
Si viajas en los meses de abril a octubre, la ciudad posee un evento familiar que no debes perderte. Se trata de los famosos mercados de agricultores que suelen hacerse en casi todas las ciudades de los Estados Unidos de Norteamérica y unen el campo con la gente de ciudad. La cita es en la 2nd Avenue North y 2nd Street North todos los lunes, jueves y sábados. Música, comida local y casera, artesanías, hierbas, plantas y animales, todo bien sincronizado para garantizar una tarde completa y feliz.
Aunque suene como un cliché, una visita al zoo nunca defrauda y el zoo de Columbus tiene una conexión especial con los niños porque siempre está lleno de ellos. Al final del día y si coincide con el calendario de aventuras gastronómicas que siempre mantiene vigente la ciudad, podrás disfrutar de algún menú autóctono, bien local y con mucho sabor.