
Lo bueno de viajar en esta era es que muchos de los sitios turísticos ya tienen una impronta y una temática definida. Esto facilita mucho la elección de un destino y especializa los intereses e inversiones que se realizan en cada lugar. Baton Rouge en el Estado de Louisiana es una ciudad posee un especial interés en la investigación y preservación de la historia relacionada a la esclavitud y las grandes plantaciones y establecimientos de algodón y caña de azúcar.
La temática en sí es delicada con lo cual el abordaje que se realiza en Baton Rouge es muy cuidado. Por un lado les ofrecerán los tradicionales city tours y visitas a las mansiones de las plantaciones, donde personas vestidas de época los invitarán a recorrer salas y habitaciones que ocupaban los poderosos terratenientes. Y por otro lado está la posibilidad de conocer cómo vivían los esclavos que eran traídos desde la lejana África gracias a un museo llamado Whitney Plantation, el cual fue creado por un emprendedor con conciencia social (filántropo)
El Whitney Plantation es un Museo único en su estilo y en el mundo. Aquí la cosa cambia y ya no verán al personal de la casa vestido de época, sino profesionales serios que intentarán ser lo más didácticos posible. Whitney Plantation fue construida en 1752 y llegó a tener 350 esclavos dedicados al cultivo de caña de azúcar. Durante siglos fue propiedad de la familia Haydel, que vivía aquí en una mansión de 14 habitaciones a diferencia de los esclavos que estaban en cabañas todos agrupados. También se pueden visitar las celdas de hierro donde se encerraban a los rebeldes y a aquellos esclavos en venta, cuya lista de precios también podrás encontrar a disposición. Durante la visita te brindarán valiosa información y detalles que realmente nos permitirán comprender por qué los Estados Unidos de Norteamérica necesitó de una guerra civil para destruir completamente la institucionalización de la esclavitud. 600.000 soldados muertos fueron necesarios (entre ellos el presidente Abraham Lincoln) para lograr que los esclavos fuesen reconocidos no solo como norteamericanos sino como “personas”.
Con más de 300 años de historia y una comunidad que en la actualidad es un crisol de razas (sobre todo de origen francés, criollo y sureño), Baton Rouge ofrece para los amantes de la buena gastronomía un abanico muy interesante de menúes. Tal es la variedad que los tours gastronómicos que se ofrecen, poseen diferentes alternativas y podrías estar semanas degustando sin volver a entrar en un mismo restaurante dos veces. Pero hay algo que no debes dejar de probar: los camarones, el caimán y el gumbo, que es un platillo a base de arroz y verduras muy parecido a una sopa o guiso aguado, especiado y delicioso. Intenta no dejar afuera una visita al barrio francés y al barrio español. Son muy pintorescos. En la zona del French Quarter podrás apreciar la bellísima Catedral de Saint Louis. La catedral está justo enfrente del Mississippi, uno de los ríos más largos del mundo, que significa “Padre de las aguas” según nos comentaron al pasar. La costanera es realmente preciosa y los atardeceres son muy románticos. Ideales para relajarse luego de un día agitado.
Si te quedan días y tiempo para recorrer la zona, te sugerimos tomar un tour por la zona de los pantanos que es muy mágica y misteriosa. La flora y la fauna es realmente abundante y el estilo de vida de los lugareños es muy especial, acorde al medio ambiente. Durante el paseo podrás ver caimanes, grullas y tortugas de agua entre otros animales.