
La forma más habitual de llegar a la maravillosa Isla de St. Thomas, es en crucero pero muchos visitantes saltan de isla en isla por los vuelos semanales que las unen.
Los cruceros llegan a Charlotte Amalie, la capital de la Isla St. Thomas, temprano a la mañana, con lo cual la vida de la isla que funciona según el ritmo de los turistas, comienza bien temprano también.
Dado que la actividad principal de St Thomas es el turismo, el nivel de los servicios y la calidez con que los lugareños tratan con los visitantes es de primer nivel. Todo está pensado para que los visitantes nos sintamos realmente bienvenidos y muy cómodos.
La mayoría de los cruceristas suelen tener todos los servicios pre contratados antes de arribar. Con lo cual bajan en grandes grupos y realizan city tours en contingentes y se trasladan todos juntos. Por otro lado, llegamos en avión desde St John y decidimos recorrer la isla a nuestro ritmo.
Lo primero que hicimos obviamente fue dirigirnos a la oficina de informes. Salimos de allí no solo con mapas y las manos llenas de propuestas y cosas interesantes para hacer y conocer sino que también el corazón sonriente por la atención que recibimos. Ni bien cruzamos la puerta nos ofrecieron un jugo de frutas delicioso. Luego mientras nos orientaban sobre qué hacer primero, nos regalaron unos dulces y así, durante el rato que permanecimos en la oficina de informes nos sentimos muy mimados y cuidadosos. Simplemente adoramos ese momento.
Como no queríamos estar rodeados de turistas, nos sugirieron que tomáramos un taxi colectivo hasta el centro de Charlotte Amalie y luego de haber recorrido la ciudad, subir por la famosa escalera llamada 99 Steps. Esta escalera fue construída en el siglo XVIII por los daneses y a pesar del calor que puedas sentir, vale la pena el esfuerzo. Durante la subida irás observando una serie de mansiones ubicadas a los lados de la escalera y al arribar al punto panorámico en la parte superior, no puedes más que entusiasmarte y sacar la misma foto una y otra vez. La bahía es majestuosa y los contornos de ella son irresistiblemente seductores.
Uno de los personajes históricos y a la vez místicos de la Isla es Edward Teach. Si ese nombre no te suena conocido te lo nombraremos de otra forma: Barbanegra. ¿Ahora sí te resulta conocido? Nadie sabe a ciencia cierta desde cuándo se cree que el Fuerte Christian era el Castillo del Pirata Barbanegra pero la realidad es que Charlotte Amalie ha sacado buen provecho de toda esa magia en torno a la vida del corsario y sus secuaces. En 1977 el Fuerte Christian fue declarado Monumento Histórico Nacional de Estados Unidos.
Casi todos los city tours tienen una parada obligatoria en este lugar, así que en cuanto las hordas de turistas comenzaron a arribar, nosotros aprovechamos para dirigirnos con viento a favor hacia nuestra siguiente parada, por suerte ya sin necesidad de escaleras arriba. Esta vez volvimos sobre nuestros pasos y descendimos los 99 Escalones para llegar al hotel emblemático de St. Thomas. El legendario 1829 donde actualmente se realizan actividades culturales y artísticas y cata de bebidas espirituosas, sobre todo el Rum. El tour que incluye la cata de Rum se llama “Emporium”.
Al caer el sol, comenzó el atardecer y un nuevo y glorioso espectáculo se presentó ante nuestros ojos. Van a tener que venir y verlo por vuestra cuenta porque describir la imponente belleza de las primeras luces de Charlotte Amelie y los últimos destellos del astro rey es indescriptible para nosotros. Simplemente inolvidable.