CityTour

Boise

Boise es la capital del Estado de Idaho, uno de los cincuenta estados que conforman los Estados Unidos de Norteamérica.  

El Estado de Idaho se encuentra en la parte noroeste del país y comparte sus límites con varios otros estados, lo cual le permite un fluido tránsito de personas por diversos motivos y tan solo para el turismo, posee 32 rutas panorámicas oficiales muy difundidas. Limita al norte con Canadá, al noreste con Montana, al este con Wyoming, al sureste con Utah, al suroeste con Nevada, al oeste con Oregón y al noroeste con el estado de Washington. 

Boise cuenta con un interesante acervo cultural, paisajístico e histórico, sin mencionar sus recursos minerales y energéticos lo cual provee a Boise de interesantes alternativas termales y de turismo ecológico.

Llegamos muy temprano en la mañana y como nuestro horario de check-in en el hotel era por la tarde, decidimos aprovechar para recorrer la ciudad, alquilando una bicicleta. Muy pronto nos vimos recorriendo la ciudad pedaleando a la par de cientos de oficinistas y jóvenes de todas las edades dirigiéndose a la universidad o a la escuela. Muchos fueron los padres que vimos llevando niños a los jardines de infantes en este ecológico rodado.

No tardamos demasiado en llegar a las afueras de la ciudad, con lo cual, sorprendidos, nos dimos cuenta que el tejido de bicisendas y el tránsito en Boise están perfectamente sincronizados y pensados. Cada cierta cantidad de kilómetros se pueden encontrar bombas de aire para mantener el aire en las bicicletas. Son de uso libre y gratuito. 

Abrimos nuestra guía de viaje, ofrecida gratuitamente en el Centro de Informes turísticos de Boise y descubrimos que la ciudad posee un cinturón ecológico que rodea esta verde ciudad y que puede ser recorrido en bicicleta. Este cinturón forma parte del Ridge to Rivers Trail System, un sistema de senderos de más de 40 kilómetros de extensión.

Mientras recorremos uno de los senderos, vimos sobre el horizonte un globo aerostático elevándose lentamente. Imaginamos que la vista obtenida desde allí debía ser majestuosa y aunque nosotros estábamos pedaleando sobre la tierra, observar ese globo colorido en medio de un cielo celeste fue igualmente fotogénico y hermoso. Al volver a la ciudad obtuvimos los datos del servicio de vuelo y si te interesa la experiencia, solo tienes que contactar a los muchachos del Boise Hot Air Company (operan todos los días siempre y cuando haga buen clima).

Volvimos a la ciudad y en el centro, encontramos una amplia oferta de restaurantes, como así también tiendas, comercios y una vida cotidiana muy agitada. Decidimos almorzar en uno de los restaurantes sobre la Calle 8. Disfrutamos de una hamburguesa tamaño familiar como jamás habíamos visto. La relación calidad, cantidad y precio nos dejó más que satisfechos y ya terminada la tarde, nos dedicamos a recorrer varias de las destiladoras de cervezas artesanales que se encuentran en Boise. Los cerveceros de la ciudad son tan conscientes del gran producto que elaboran que en vez de competir entre ellos, se han unido y ni bien uno termina de saborear una pinta en uno de los bares, no será nada raro que les entreguen un cupón para ir a conocer otra de las cervecerías de Boise. Lo más grandioso de la experiencia es que en cada establecimiento que visites ocurrirá lo mismo y con esta modalidad de recomendaciones podrás pasar varias noches en diferentes cerveceras, degustando delicias incomparables, únicas en su estilo y conociendo gente de todo el mundo, compartiendo sin lugar a dudas, la mejor cerveza del universo.

Ir arriba