
Miles de años antes de que llegara Colón, intrépidos aventureros polinesios se enfrentaron al vasto océano en busca de nuevas tierras. Guiados solo por las estrellas y por el sol, las corrientes de aire y las rutas marinas, encontraron en Hawai su paraíso legendario, el lugar donde ellos mismos retornarán aún después de su muerte para vivir eternamente en paz y alegría.
Oahu es la isla más poblada de Hawaii. En ella se encuentra Honolulu, ciudad capital ubicada en el suroeste de la isla Oahu y la ciudad más grande. Honolulu posee un atractivo centro histórico y un refrescante barrio chino que podrás visitar. La zona Waikiki, está mundialmente asociada con el surf y es la parte de la isla de Oahu donde se encuentra el 90% de los hoteles y donde nació el bikini. El Bishop Museum, es el museo más importante de la cultura polinesia en el mundo y el Diamond Head (en hawaiano Lē’ahi), es un cono volcánico situado al este de Waikiki y cuya vista panorámica se convirtió en el símbolo de Hawaii. Pearl Harbor es una bahía situada al oeste de Honolulu. Fue el ataque a Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, el que provocó la entrada de los Estados Unidos en la II Guerra Mundial. ¿Quieres saber qué más hay en Oahu que la hace tan interesante?
Oahu no solo es Waikiki, Honolulu o Pearl Harbour. En tan sólo 45 minutos a bordo de un ómnibus público podrás llegar a la playa de Kailua, un auténtico paraíso de cocoteros, sin tantos turistas amontonados, un suelo cubierto de césped que llega hasta donde la arena comienza e infinidad de agua transparente. El lugar perfecto si buscas romance, diversión y aventura. Aquí podrás disfrutar por ejemplo, de una apacible puesta de sol sumergido hasta la cintura en un kayak, o podrás llegar hasta alguno de los islotes ubicados no muy lejos de la costa o simplemente dar un paseo curioseando entre las casas de lujo cerca de la orilla.
Con 64 kilómetros de longitud y 42 de ancho, Oahu (mucho más famosa en estos últimos años por haber sido la locación de la serie Lost) es el distrito comercial más importante del grupo de islas. Sus principales productos son derivados de la piña y la caña de azúcar, por lo cual no te prives de ingresar en un bar y probar las exquisiteces que se logran con ellas.
Del resto de los balnearios que se encuentran en la isla, no es poco lo que podríamos contarte. Si bien no ofrecen instalaciones tan seguras y variadas como Kailua o Honolulu, el resto de las playas ofrecen arenas blancas, doradas y negras y puestas de sol que te atan a este mundo como en ningún otro lugar te haya sucedido. El riesgo de llegar a Oahu es terminar como muchos de sus habitantes, haciendo de su lugar de vacaciones, su hogar definitivo. La isla toda es un lugar paradisíaco donde rugen los volcanes y sus ardientes arroyos de lava y restos de roca han llegado a las costas. Tal dramatismo y vida en sus paisajes es lo que atrae a turistas de todo el mundo como un caramelo a las moscas.
El círculo del fuego y las cascadas es uno de los lugares posiblemente más bellos de los Estados Unidos, que se descubre mediante un tour aéreo que dura 50 minutos. Con la voz de Elvis canturreando Blue Hawaii y a bordo de un helicóptero se puede sobrevolar la tierra torrada por los volcanes de Hawai. La mejor época para ir es entre noviembre y abril.
Dicen que Oahu marca el pulso de las islas hawaianas y su vibrante tierra transmite el latido del corazón del Pacífico. Si buscas una experiencia transformadora en tu vida, la magia comienza con una palabra: Aloha!