
Ubicada en el extremo suroeste de los Cayos de la Florida, Cayo Hueso o Key West como lo han traducido al inglés, es la ciudad más meridional de los Estados Unidos de Norteamérica. El origen del nombre tan particular se debe a que la isla en sus inicios fue utilizada como cementerio, y por lo tanto estaba repleta de huesos.
Existe una enorme carretera formada por una hilera de puentes que une todos los cayos de Florida. Al pasar por los puentes, es posible detenerse y observar el fondo marino a unos 6 metros de profundidad y los abundantes cardúmenes de peces. Las aguas cristalinas y un cielo limpio hacen posible esta hermosa panorámica.
Si bien la ciudad de Cayo Hueso parece un poblado tranquilo, lleno de hermosos jardines y calles arboladas, el turismo masivo y sobre todo el turismo de cruceros, es la principal fuente de ingresos desde hace algunos años. Ernest Hemingway fue uno de sus ilustres habitantes y la visita a su Casa Museo, será sin dudas una parada de rigor si llegas a Key West. Hemingway, para beneficio o desgracia de las ciudades donde vivió, parece haber tenido un ojo descubridor de lugares con enorme potencial turístico, sobre todo del tipo masivo. Esta masividad y apertura muestra un rasgo peculiar de la personalidad de los habitantes de Cayo Hueso y el perfil de sus visitantes: excéntricos, bohemios, piratas, buscavidas, aventureros, escritores, artistas y locos difíciles de atar. Una combinación explosiva que asociada a lugares como pubs, restaurantes, playas, librerías, galerías de arte, cafés y discotecas le otorgan una imagen jovial, divertida y sobre todo desenfadada.
Cayo Hueso combina desde apart-hoteles con bed & breakfasts, casas alojamiento con resorts de lujo y hostels con pequeñas posaditas, con una facilidad y una naturalidad difíciles de hallar en otras partes del mundo. Tanto es así que en Cayo Hueso donde las temperaturas en verano son difíciles de soportar, verás que muchos hoteles poseen piscinas de agua climatizada (caliente) en el exterior de sus instalaciones.
Lo que todo el mundo quiere ver cuando llega a Cayo Hueso son sus míticos atardeceres. Como si de una llamada mágica se tratase, a una determinada hora de la tarde, verás que todos, incluidos los artistas callejeros, se dirigen en masa hacia el Muelle Mallory Square. Cuando el sol se oculta tras la silueta de la Isla Sunset Key, los botes de gendarmería suelen tocar sus bocinas y al mejor estilo de cine norteamericano, la bandera de los Estados Unidos flameará en sus mástiles y la gente aplaudió y gritará y lanzará lágrimas de emoción. ¿El por qué? No se sabe, pero todos, norteamericanos y turistas, suelen terminar abrazados cuando el sol se oculta.
De allí solo resta llenar el estómago en un buen restaurante, pues el sentimiento patriótico insuflado por el Tío Sam seguramente ya te habrá llenado el corazón. Opciones hay cientas, pero te sugerimos probar la especialidad de Cayo Hueso: las conch fritters, una suerte de buñuelos o frituras cuya receta original fue traída de Bahamas y adaptación mediante, se convirtieron en un plato local.
Si eliges ir a Cayo Hueso piénsalo bien. Es un lugar para amar o detestar. Pondrá a prueba tus bases filosóficas y hasta quizás morales. Es una ciudad totalmente desprejuiciada que se debate entre su amor por la preservación de sus recursos naturales y su amor al lujo y al dinero, entre la historia y su necesidad de innovar y transgredir, entre su deseo de preservar la tradición y mantenerse joven. Si llegas a Cayo Hueso, te garantizamos una cosa: no te vas a aburrir, la única condición para que disfrutes a pleno es que te relajes y goces!