
Localizada sobre el río de San Juan, Jacksonville ( Florida) posee miles de atractivos que la hacen la niña bonita de la zona, sin embargo los norteamericanos tienen una idea engañosa de la ciudad porque ha cambiado drásticamente en la última década.
La ventaja principal que posee es que se encuentra a poco menos de 40 minutos de las playas más hermosas de Florida y una oferta imbatible de servicios turísticos que satisfacen las expectativas y necesidades de los visitantes y la gente local.
Lo primero que debes saber es que la ciudad de Jacksonville no es grande, ¡es enorme! Y con su personalidad voluble, es difícil encasillar en adjetivos globales. Lo segundo que debes saber es que si bien alquilar un vehículo es la forma más práctica de conocer los Estados Unidos de Norteamérica, en Jacksonville no es tan recomendable y lo mejor será que utilices los servicios turísticos que son muchos y muy buenos. El tráfico simplemente es insano y caótico. Toda la paz que hayas obtenido en sus apacibles y aledañas playas se te irá con un par de minutos detrás del volante. No existe un servicio de transporte público implementado en la ciudad y esta es precisamente la razón principal de su tránsito enloquecedor. Y por último pero no menos importante, es que si bien toda la fisonomía de Jacksonville ha cambiado, los tradicionales barrios de Avondale y San Marco permanecen intactos con su estilo art decó y ese halo místico que le da la arquitectura retro.
A nosotros nos motivó conocer Jacksonville un comentario que nos hizo un compañero de copas en Fort Myers. En Jacksonville existen al menos ocho cervecerías que producen cervezas de autor. Como las degustaciones son algo que no puedes dejar de hacer, te recomendamos que tomes algunos de los tours que se ofrecen. Todas las opciones cuentan con degustación incluida así que no lo dudes y anímate. Y para finalizar el día, te sugerimos disfrutar de alguna propuesta teatral en el Florida Theatre. Este teatro es considerado una joya de la arquitectura y posee una larga historia vinculada a la cinematografía y el arte en general. El Cummer Museum es otro sitio de Jacksonville que no puedes dejar de visitar. Es completo y posee una maravillosa galería de arte junto a jardines, tiendas y cafés. Por allí estábamos paseando cuando un habitante local se nos cruzó de pronto con su mascota sobre el hombro. Nos llamó la atención y le pedimos una fotografía junto a nosotros. Platicando con este personaje, nos informó que Jacksonville posee las canchas de golf más bellas de los Estados Unidos de Norteamérica. Como nos interesaba comprobarlo, nos entregó un folleto del TPC Sawgrass y el Hyde Park Golf Club. Nos advirtió que la experiencia sería un viaje de ida solamente. El golf luego de jugarse por vez primera se convierte en una adicción religiosa. Tomamos nota de la sugerencia y no lo pensamos demasiado; al fin y al cabo nosotros llegamos a Jacksonville influenciados por un compañero de copas ¿por qué no habríamos de considerar una propuesta intrigante de un hombre con un loro en el hombro?.
Pero volviendo al tema de las mascotas emplumadas, los loros al parecer, son una colorida y popular compañía para los habitantes de Jacksonville porque a los pocos minutos de habernos despedido del lugareño y en una plazoleta cercana, vimos por lo menos cinco personas más disfrutando de la tarde con un compañero de colores junto a la oreja. Sin lugar a dudas Jacksonville es un lugar para recoger lindas anécdotas de viaje.