
«La vibrante pequeña ciudad es conocida por su acogedor espíritu creativo y la arquitectura ecléctica. Su próspera comunidad artística y su escena de comida y bebida, rodeada de una belleza natural espectacular, la colocan firmemente en el mapa «, dijo Lonely Planet al nombrar a Asheville como el primer lugar para viajar en 2017.
Escondida entre las calles arboladas de Asheville se encuentra una rica historia a la espera de ser descubierta. A tal fin encontrarás disponibles, una serie de city tours especializados que con una narrativa de ensueño, te llevarán a través de la línea de tiempo de Asheville y te permitirán conocer por qué la ciudad es más que montaña y senderismo.
Muchos de los edificios de Asheville tienen un pasado estratificado. Desde la atrevida arquitectura Art Deco que salpica el paisaje del centro de la ciudad hasta la Basílica de San Lorenzo, que cuenta con la mayor cúpula libre de América del Norte. La mayoría de los circuitos turísticos están diseñados con rutas accesibles para gente con dificultades motrices y auriculares para que no se pierdan ni una palabra. Si sigues nuestras sugerencias, te recomendamos el tour por Biltmore Village y el distrito histórico de Montford. Son realmente fascinantes.
Cuando George W. Vanderbilt empezó la construcción de su castillo de invierno, conocido hoy como Biltmore, trató de crear una finca multifunción compuesta por viviendas para su personal. Además erigió la hermosa Catedral All Souls con el fin de celebrar allí la boda de su hija. Han pasado varios años desde aquel inicio y Biltmore Village, aún conserva su encanto intacto. Si eres aficionado de la serie Downton Abbey no debes dejar de visitar el Biltmore Village.
Otra forma de conocer la ciudad es utilizando los ya mundialmente aceptados hop-on, hop-off city tours. Podrás adquirir los tickets en el Asheville Visitors Center. Este servicio consiste en tranvías, que circulan a través de los barrios más famosos de Asheville. Los autobuses eventualmente reemplazaron este modo de transporte, pero los icónicos tranvías rojos aún forman parte de la fisonomía de la ciudad con una nueva función, asociada al turismo.
Si la vida rural es lo que te atrae, Asheville posee un operador turístico que se especializa en organizar visitas a varias granjas familiares apalaches . En esta clase de tours, no solo vivenciarás la realidad de la zona, sino que podrás disfrutar de deliciosas comidas caseras y tradicionales, aprender sobre la producción de alimentos de huerta y derivados como el queso de Asheville, que es una marca registrada en Carolina del Norte. Y no solo eso, podrás degustar varias y sabrosas propuestas orgánicas con ingredientes obtenidos de las granjas que has visitado también.
Y para finalizar el recorrido, te recomendamos conocer un pequeño pueblito llamado Black Mountain, el cual se encuentra a tan solo 15 kms de Asheville. El lugar es un encanto y la ciudad es conocida por ser la puerta de acceso a las famosas montañas Blue Ridge (sección de los Apalaches ubicados al este de los Estados Unidos de Norteamérica).
En Black Mountain todos los visitantes tienen un objetivo principal: la comida y el arte. Y esto es así porque la cocina local posee una virtud que solo los que han ido pueden describirla. Es celestial. El 90% de los tours que llegan a Black Mountain desde Asheville son los foodie tours así que, si la idea de visitar Asheville and Black Mountain han entrado en tu mente, prepara tu mente y tu estómago para una experiencia indescriptible.