
Suele suceder que en ciudades como San Francisco, tan difundida en series de televisión y películas, uno llegue por primera vez y se sienta como en casa. San Francisco es un destino familiar para los turistas internacionales y se ha hecho famosa por su impactante puente Golden Gate, el edificio Pirámide Transamérica, su ecléctica arquitectura y por su barrio chino, popularmente llamado Chinatown.
San Francisco se ubica en la punta de la península de San Francisco e incluye importantes tramos en el Océano Pacífico y la bahía de San Francisco dentro de sus fronteras. Varias islas como Alcatraz cuya cárcel fue y es conocida como “La Roca”, isla Treasure, isla Yerba Buena, pequeñas partes de la isla de Alameda, la isla Roja y la isla Ángel forman parte de la ciudad. En la parte sur de San Francisco se encuentra Silicon Valley, el gran centro de investigaciones en tecnología y cibernética reconocido en el mundo por la presencia de empresas como Apple Inc., Cisco Systems, Ebay, Google, Hewlett-Packard, Nokia, Oracle Corporation, Yahoo! y Facebook entre cientos de otras.
Una de las características de San Francisco, llena de subidas y bajadas que podrás disfrutar en alguno de sus famosos tranvías, es que los nombres de los barrios pertenecen al nombre de la colina en la que están situados, como Nob Hill, Pacific Heights y Russian Hill. Uno de los puntos más famosos y más fotografiados de la ciudad, muy cerca de Nob Hill son las Painted Ladies situadas en Alamo Square. Se trata de una seguidilla de casas de estilo victoriano construidas entre los años 1849 y 1915 y localizadas en los números 710 – 720 de la Calle Steiner.
Una vez que hayas recorrido el Golden Gate te sugerimos llegar hasta Lands End, un parque desde donde salen varios senderos que terminan en puntos panorámicos y acantilados con vistas espectaculares del Golden Gate y la Bahía de San Francisco. También te acercarán a las ruinas de los Baños Sutro, el complejo de piscinas de agua salada más grande del mundo, creado por Adolph Sutro, Ingeniero y Filántropo que gracias a sus arranques megalómanos a favor de las obras que fuesen aprovechadas por la mayoría de la gente, logró ser elegido Alcalde de San Francisco en las últimas décadas del siglo XIX.
Luego de recorrer la zona, te aconsejamos bajar hasta Ocean Beach, la playa más extensa de San Francisco. Allí podrás dedicar unos minutos para contemplar el mar, meditar y sentir el ruido de las olas bravías. Los albatros que sobrevuelan la costa te acompañarán y de manera constante te recordarán que no es buena la idea de darse un baño en tan solitario paraje: el oleaje esconde merodeadores con demasiados dientes llamados tiburones.
Si la vida al aire libre de San Francisco descarga demasiada adrenalina, la ciudad también ofrece otros atractivos más tranquilos. Muchos de los museos de San Francisco son de acceso gratuito los primeros días de cada mes. Por ejemplo: el primer martes puedes visitar el SFMOMA, la Legion de Honor y el Young. El primer miércoles de cada mes podrás entrar gratis al California Academy of Sciences and the Exploratorium y el primer jueves es para el San Francisco Museum of Craft & Design. La Feria Nocturna de Chinatown funciona todos los sábados desde finales de julio hasta finales de octubre y por si todo esto aún te parece poco, en un muelle de la Bahía de San Francisco podrás disfrutar de una sinfonía natural producida por un órgano que funciona gracias al impacto de las olas en un extremo de un tubo y el movimiento del agua en el interior de éste.
A diferencia de varias ciudades turísticas a las que se las odia o se las ama, a San Francisco se la ha asociado últimamente con los movimientos alternativos. Actualmente es considerada una de las ciudades más abiertas y amigables de los Estados Unidos, donde todos encuentran su lugar en el mundo.