
Quizás no sepas que el nombre completo de la famosa ciudad de Los Ángeles en el Estado de California, Estados Unidos, es El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles de Porciúncula. El nombre Porciúncula significa «pequeña porción de tierra» y fue mencionado por primera vez en un documento que data del año 1045 en los archivos de la Catedral de San Rufino, en Asís (Italia). Lo paradójico del nombre es que esta pequeña porción de tierra como la bautizaron, se ha convertido en la segunda ciudad más poblada de los Estados Unidos.
Los Ángeles está dividida en regiones, estas a su vez en barrios y estos a su vez en comunidades. Las comunidades más conocidas y recorridas por los turistas de Los Ángeles son: el distrito comercial central, Century City, Los Feliz, Silver Lake, Hollywood, Hancock Park, Koreatown, y los opulentos barrios y pueblos de la zona oeste de Los Ángeles como Bel Air, Westwood y Brentwood.
Los Ángeles alberga a variadas industrias del espectáculo. La industria del cine es una de las más importantes dentro de la ciudad, especialmente en Hollywood. En la zona del Boulevard Hollywood se encuentran el Teatro Kodak y el Grauman ‘s Chinese Theatre con su imponente fachada que emula una pagoda china. Pero lo que hace más famoso en realidad, al Teatro de Grauman, son dos cosas: las huellas y las firmas de artistas famosos perpetradas en el cemento por un lado y el Paseo de las estrellas (Walk of Fame) que se encuentra a metros nomás.
Los Ángeles es una ciudad realmente inmensa, una megalópolis de más de 1200 km2, tan grande es que desconcierta hasta a sus propios y experimentados taxistas, que no muy rara vez, deben recurrir a los modernos GPS y localizadores satelitales para encontrar los miles de lugares que se ponen de moda y cuyos pasajeros desconocen la ubicación exacta. Más que taxistas, los choferes angelinos muchas veces ofician de guías de turismo. Pero estos servicios no son gratuitos. En general deberás considerar la posibilidad de que bajo el pretexto de una autopista congestionada o una ruta más panorámica, termines recorriendo y pagando el tramo más largo o dando vueltas innecesarias.
El aeropuerto de Los Ángeles es simplemente conocido como LAX por los californianos, con las letras pronunciadas separadamente. El aeropuerto está localizado a 27 kilómetros del centro. Aunque LAX sea el aeropuerto principal del Área Metropolitana de Los Ángeles, la región posee un sistema de aeropuertos alternativos debido a la existencia de múltiples atracciones que se ofrecen en los alrededores de Los Ángeles, por ejemplo: Hollywood y Griffith Park están cerca del Aeropuerto Bob Hope en Burbank; mientras que el Aeropuerto John Wayne en Santa Ana, está cerca de Disneyland, el Honda Center, el estadio de Los Ángeles de Anaheim, y otras atracciones en el Condado de Orange. Localiza bien los sitios que te interesan visitar en Los Ángeles y en función de ellos, elige el aeropuerto que te quede más conveniente.
Una recomendación que te sugerimos es la siguiente: que todo el glamour del cine no te prive de recorrer descalzo las playas de Los Ángeles, pues además de enormes y amplias, son muy bellas bajo el cielo azul y el aroma a sal que trae el Océano Pacífico. A tan solo 15 minutos en automóvil, podrás llegar a las hermosas playas de Santa Mónica, Malibú y Pacific Palisades. Y por último pero no es todo, si viajas con niños o aún te sientes uno de ellos, el mundo de fantasía e ilusión creado por Walt Disney no necesita presentación. Ubicado en el cercano condado de Anaheim y con una increíble infraestructura de servicios, Disneyland ofrece magia, espectáculos luminosos y la posibilidad de cruzarte o compartir una comida con Mickey Mouse y alguno de sus amigos (deberás reservar con al menos tres meses de anticipación), entre las miles de opciones que aquí se ofrecen. Descubrir el límite entre lo real y lo irreal será algo difícil de lograr pero nunca lo será tanto, como el esfuerzo que tendrás que realizar para salir del parque y regresar a la realidad. Estamos seguros: a Los Ángeles volverás y a Disneyland, también… ¿por qué? Porque todos llevamos un ángel sentadito sobre un hombro y un niño eterno en el corazón.